Palabras que sanan

Descubre lo que la escritura terapéutica puede hacer para potenciar tu creatividad y mejorar tu autoestima y bienestar emocional

Siempre me ha gustado escribir. Lo descubrí a los 10 años cuando me regalaron un pequeño diario con las tapas de color rojo y una cerradura con un candado y una pequeña llave que, en aquel momento, me pareció algo mágico. Cada noche, antes de irme a dormir, escribía un resumen de mi día: lo que había hecho en el cole, a qué había jugado en el recreo, qué había merendado, qué deberes me había tocado hacer por la tarde, cómo me sentía…Ese pequeño e íntimo espacio de escritura a solas, en mi habitación, me ayudaba a ordenar mentalmente mi día y, al describirlo sobre el papel, era como si mi mente pudiera liberarse de toda aquella información y quedar en modo “reset” para volver a recargarse durante el sueño.

Desde entonces, llevo siempre conmigo pequeñas libretas en las que anoto emociones, pensamientos, deseos, ideas o frases que se me pueden ocurrir en los momentos más inesperados e intento mantener el hábito de escribir en un diario cada día. Escribir me ayuda a organizar mis pensamientos y emociones y, con ellos, mi vida. Me permite manifestar ilusiones, deseos y proyectos, dar voz a los personajes que conviven en mi interior, imaginar experiencias y manifestar deseos. Me anima a viajar por los mundos del consciente, de los sueños y de las estrellas. 

Escribir me invita a descubrir aquellos arquetipos que anidan en mí y aquellas partes en sombra que la escritura ilumina para ayudarme a tomar conciencia de ellas. Me ayuda a visibilizar sobre el papel duelos, apegos, heridas y cicatrices y me permite sanarlas, letra a letra, frase a frase. Me invita a compartirme con los que me rodean desde mi autenticidad y a transmitir lo que pienso y siento con el fin de comunicar aquello que se y que creo que puede serle útil a alguien. Escribir me da la vida, me ayuda a evolucionar, a vivir alineada con mi propósito y valores y, en cada palabra, soy más yo.

El poder terapéutico de la escritura es increíble. Escribir un rato cada día te va a permitir conocerte más, aceptarte y quererte más, gestionar tus emociones, sentirte más optimista y feliz con tu vida. No hace falta ser escritor ni escribir de una forma u otra para notar los efectos sanadores de las palabras en tu vida. Tan solo es necesario algo de perseverancia, compromiso y continuidad para incluir la escritura en tu día a día, como un hábito más, y notar sus efectos positivos. Dedicándole entre 15 y 30 minutos al día es suficiente. ¡Aunque ya te aviso que engancha!

Así que, coge una libreta que te guste y un bolígrafo y prepárate para cambiar tu vida con la escritura a través de estas sencillas propuestas.

PÁGINAS MATUTINAS

Si deseas iniciarte en la escritura terapéutica y creativa, te recomiendo el libro “El camino del escritor” de Julia Cameron. Una de las técnicas que propone es lo que ella denomina las “Páginas matutinas”. Consiste en levantarte por la mañana y escribir a mano sin parar tres páginas sin ninguna intención ni tema concretos. La condición es que no puedes dejar de escribir hasta finalizar las 3 páginas, que mejor que sean de tamaño DINA-4. Verás que, los primeros días, quizás no sepas cómo empezar o sobre qué escribir. No te preocupes, si te quedas en blanco, empieza con la frase: “Si no me hubiera quedado en blanco escribiría sobre….” Y sigue escribiendo. Da igual la redacción, el estilo, la ortografía, la caligrafía, si mezclas ideas, si hablas de personas, de emociones, de algo que te pasó ayer, de un sueño que tuviste, de tu mascota, del próximo viaje que te gustaría hacer. No estás escribiendo para nadie, solo para ti. Y ni siquiera es necesario que al final, releas lo que has escrito. Lo dejas ahí y ya está. Esas palabras ya sabrán cómo hacer su función.

DIARIO DE GRATITUD

La gratitud es una de las emociones positivas más poderosas que existen. Está demostrado que, si vivimos nuestra vida desde el agradecimiento aumenta nuestra percepción de felicidad y atraemos muchas más cosas por las que estar agradecidos. Te recomiendo escribir cada noche antes de ir a dormir entre 3 y 5 cosas por las que esté agradecid@ ese día. La gratitud puede ir de lo espiritual a lo material, de lo cotidiano a lo extraordinario. Lo importante es que lo escribas en vez de solo pensarlo, ya que, cuando escribimos, la velocidad de nuestra mente baja y, el hecho de escribir algo a mano, hace que lo integremos y sintamos mucho más. Es necesario escribir y sentir realmente ese agradecimiento hacia lo que estamos escribiendo.

Desde agradecer que estás vivo o que tienes un techo bajo el que dormir o agua caliente para ducharte a que has ido a comer a tu restaurante favorito o que te ha llamado aquel amigo con el que hacía tiempo que no hablabas o que tu hija te ha abrazado antes de irte a dormir o que has conseguido aquel puesto de trabajo que deseabas. Todo vale siempre que el agradecimiento sea sincero y lo sientas desde el corazón. Y así, en vez de irte a dormir pensando en lo negativo del día, lo harás mucho más calmad@ y feliz con un sentimiento de gratitud.

CARTAS DESDE EL CORAZÓN

En línea con lo que he explicado anteriormente, proponte una vez a la semana escribir una carta a alguien que ha influido o que ha sido importante en tu vida y a quién estás agradecid@ por algún hecho concreto, por su apoyo, por alguna experiencia o aprendizaje. Te propongo que empieces por ti mism@. Escríbete una carta agradeciéndote lo que eres, tus dones y talentos, lo que has conseguido en tu vida, tus éxitos y fracasos, tus aprendizajes, tus relaciones, tus deseos…agradece incluso lo que no te guste de ti pero que forma parte del ser especial y único que eres.

Escribe una carta a tus padres, a un profesor, a un amigo, a tu pareja, a tus hijos, a un ex, a un jefe, a tu hermana, a un trabajo que dejaste, a una experiencia de la que aprendiste…siempre agradeciendo lo que aportaron o aportan a tu vida. No hace falta que vuelvas a leer la carta ni que la envíes o se la des a la persona concreta (aunque si lo haces verás que el efecto es muy sanador para ambos). Solo el hecho de escribirla mejorará la percepción de esa relación o experiencia en tu vida generándote una inmensa sensación de paz, felicidad y gratitud. 

EL MENSAJE DEL DÍA

Si te gustan los oráculos o el tarot, una técnica de escritura terapéutica visual y creativa consiste en preguntar a tu oráculo o baraja de tarot preferidos: ¿Qué mensaje tengo que tener en cuenta hoy? o ¿Qué tipo de energía va a acompañarme en mi día? Extrae una carta al azar, obsérvala con detenimiento, lee si lleva escrito algún mensaje y deja que fluya tu parte más intuitiva y escribe en unas pocas líneas aquel mensaje que crees que esa carta te está indicando en este momento de tu vida. 

Esta propuesta no te llevará más de 10 minutos al día y verás que, cuando tengas un poco de práctica, los mensajes de tu subconsciente que te llegan a través de las cartas y que plasmas en el papel, pueden ser mucho más reveladores de lo que imaginas.

La escritura terapéutica puede ayudarte a mejorar tu bienestar emocional, tu autoestima, tus relaciones y tu vida. Si deseas profundizar en estas u otras técnicas, puedes concertar una sesión conmigo o participar en uno de mis Clubs de Lectura Espiritual. ¡Estaré encantada de ayudarte!